viernes, 3 de agosto de 2012

FESTIVAL HOMENAJE A ANDRES VAZQUEZ


La tarde calurosa del 28 de julio, justo tres dias despues de que Andrés Vazquez, el hombre/ la persona, hubiera celebrado su 80 aniversario, le tocaba al Maestro celebrar su 50 aniversario de alternativa.
El cartel era prometedor, el Maestro, un rejoneador por delante, dos matadores de toros y dos novilleros. Los toros, cada cual de su padre y de su madre: uno de Urcola, uno de Gloria Garcia, uno del Montecillo, uno de Zalduendo, uno de Mª Luisa Paniagua y uno de Pilar Población. Todos ellos manejables, con mas o menos dificultades. Fallo un poquito el quinto, pues se quedó en noble soso e impidió a Alberto Duran rematar la tarde.
La plaza con algo mas de media entrada, pero con un ambiente de celebración excepcional.
Comenzó el festejo con la lectura por parte de Olga Anta de los agradecimientos a los patrocinadores, que han sido muchos y variados. También la entrega de un detalle al Maestro, por lo que Andrés sumó en su haber la primera de tantas ovaciones de esa tarde.

La tarde era y fue para el Maestro, asentado de zapatillas, recibió a su utrero con tres verónicas y esa media que he colocado en el cabecero. A continuación, al caballo y acto seguido otras tantas verónicas y otra media de emmarcar. La plaza al rojo vivo. Habíamos retrocedido 50 años. Fue una delicia ver manejar los trastos al Maestro, que muñecas, que brazo, que temple. Así se torea!!. La faena comenzó con ayudados por alto, pues el novillo no tenía mucha fuerza y siguió con varias tandas por ambos pitones que hicieron las delicias del respetable. Parecía que no habían pasado los años por él. Sin descanso, cuadró al novillo y a matar, o mejor dicho, como el siempre explica, a meter la carta en el buzón. Y vamos que la metió. El novillo cayó rodado y las dos orejas y rabo fueron al esportón de Andrés Vázquez.

El siguiente el lidiar fue Juan Mora, una delicia como maneja el vuelo de los capotes, a pies junto. De cartel. Con la muleta demostró el estado de forma que atraviesa. Toreó con la espada de matar e intento hacer lo que en la pasada Feria de Otoño (matar al finalizar una serie), pero pinchó. Aun asi cortó las dos orejas.

A continuación, Javier Conde, quien gracias a un novillo bravo con clase disfrutó de lo lindo hasta indultarlo y después también. El repertorio fue tremendo. Desplegó todo su tauromaquia. El novillo fue indultado, pero en mi opinión, no habiendo ido al caballo correctamente y únicamente teniendo un pitón muy bueno, no debería haber merecido tal regalo.

El quinto lo lidió el novillero local Álberto Duran, quien aunque puso mucho de su parte no acabo de rematar la faena, pues todo lo que él ponía, le faltaba al toro. Además, no mató bien y eso deslucio el final de la faena. Es un novillero con mucha proyección, que comienza a contar entre la élite de novilleros.

El ultimo novillo, lo toreo el novillero Cesar Valencia, quien apuntó muchas de esas cualidades que le hicieron ganar el Bolsín Tierras de Zamora. Disfrutó en banderillas, él y el publico, pero con la muleta no acabó de ajustarse.

Para finalizar, todos los toreros arroparon al Maestro para sacarle a hombros. Todo un torero, y con 80 años cumplidos.

A continuación, unas cuantas fotografías de esa tarde.














































































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